CRÓNICAS DEL FIN
Una grieta en el cielo
Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina
Bienvenidos al Apocalipsis.
Ha pasado mucho tiempo desde que los leviatanes irrumpieron en el planeta y lo cambiaron todo. La humanidad ha sido diezmada y la Tierra ahora es un erial, un infierno donde la vida no vale nada.
Adra y Winston, su galgo negro, recorren este mundo devastado en busca de monstruos a los que cazar. Así sobreviven. Así consiguen dinero para los hechizos de su lanzaensalmos y para pagar su habitación en Testamento, uno de los pocos bastiones que todavía ofrecen protección a lo que queda de la raza humana.
Gale, en cambio, ha pasado los últimos años confinado en un búnker militar. Allí experimentan con él y con una legión de contaminados y otros espantos. El búnker es un verdadero criadero de aberraciones. Y allí, en el nivel inferior, mantienen cautiva a una de las criaturas que llegaron junto a los leviatanes, un ser sorprendente conocido como El Chacal.
El encuentro entre Adra y Gale cambiará sus vidas para siempre. Pero ¿qué significan las visiones del Chacal? ¿Podría Gale ser una esperanza para la supervivencia del planeta? Y si es así, ¿está dispuesto a pagar el precio?
Crónicas del fin es un libro donde la fantasía y el terror se dan la mano, un compendio sobrenatural y apocalíptico sobre qué sucede cuando un montón de engendros invade tu mundo y lo vuelve del revés. Pero sobre todo es la historia de Adra y Gale, dos jóvenes fuera de lo común que intentan sobrevivir en un mundo que se derrumba.
Datos técnicos
Título: Crónicas del fin
Subtítulo: Una grieta en el cielo
Autores: Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina
Páginas: 446
Precio: 21,90 euros.
Fecha de publicación: 15/05/2018
La saga
Tras autopublicarse en formato electrónico, Alethé edita la saga fantástica Crónicas del fin al completo y en un solo volumen que reúne sus cinco títulos:
- El cielo roto
- El dios en las alturas
- Testamento
- El ojo de la tormenta
- Requiem
La crítica dice
«Esta novela nos lanza a un mundo apocalíptico, en un futuro indeterminado, en el que se entremezclan elementos de ciencia ficción y fantasía. El ritmo es trepidante desde un principio, algo que combina de maravilla con la fascinante ambientación, y las escenas de acción se suceden mientras vamos descubriendo un mundo tan atractivo como peligroso. Me ha gustado especialmente esa capacidad de los autores para ir introduciendo detalles y pequeños misterios que hacen que el lector necesite seguir leyendo para descubrir la respuesta a sus preguntas (¿Cómo funcionará ese poder mágico? ¿Qué estará buscando este personaje? ¿De dónde habrá salido ese bicho?).» Elías F. Combarro, Sense of Wonder
«Campbell y Cotrina van introduciendo pequeños detalles que siembran un mundo profundísimo y oscuro, que se nota que han construido con tiempo y mimo (…). No puedo dejar de encontrar fantásticas similitudes con otras obras que no hacen sino enriquecer mi lectura, por ejemplo esa brecha interdimensional tan de Doctor Extraño por la que se cuelan los demonios de otro plano al nuestro, o un poco de Barker por esa brutalidad, o una pizca del Sandman de Gaiman… Y si os gustan los videojuegos, también hay un poco de Dark Souls. Y podríamos seguir y seguir. (…) una obra recomendadísima, cuya primera y segunda parte están en el panteón de mis mejores lecturas de este recién comenzado año.» Alexander Páez, Fantífica
«A veces hasta te da la sensación de que te estás moviendo junto con los personajes, sensación que por otra parte, es bastante terrorífica. Porque esa es otra de las cualidades de esta obra, que te introduce en un mundo del que quieres escapar porque te da miedo, pero a su vez te gustaría permanecer en él para siempre porque necesitas conocerlo más.» Arkaitz Arteaga, Origen cuántico
Los autores

Gabriella Campbell
Nació en Londres en 1981, pero se crio en la costa mijeña y allí sigue. Se licenció en teoría de la literatura y literatura comparada por la Universidad de Granada y tiene un experto en Comunicación. Ha sido editora, traductora, correctora y en la actualidad se dedica a ayudar a otros escritores a desenvolverse en el mercado literario a través de su web, Gabriella Literaria. En solitario, tiene publicados dos libros de poesía, uno de corrección para escritores y otro de relatos; escribe novelas junto a José Antonio Cotrina, desde middle-grade cómico (El día del dragón, Naufragio de Letras) a dreampunk juvenil (El fin de los sueños) y weird apocalíptico (Crónicas del fin. Ante todo, escribe fantasía.
Puedes encontrarla en…
José Antonio Cotrina

Nació en Vitoria en 1972 y poco después se puso a escribir. Comenzó a publicar a principios de la década de los 90, pero fue a partir del año 2000 cuando empezó a consolidarse como escritor. Su primera novela fue
Las fuentes perdidas (2003), una obra oscura en la que ya se anticipaba su inclinación a hibridar lo macabro con lo fantástico. Desde entonces ha escrito novelas juveniles, un buen número de novelas cortas, y varias obras a cuatro manos con Gabriella Campbell. Tiene también varios premios en su haber, entre ellos el UPC de novela corta de ciencia ficción, el premio Alberto Magno, del que ha sido ganador en tres ocasiones, y un premio Domingo Santos por el relato
La niña muerta.
Puedes encontrarle en…
Los autores han dicho…
«Crónicas del fin no empezó como una obra normal. Leíamos a David Gaughran, a Sean Platt y a Joanna Penn, autores a la vanguardia de la autopublicación en el mundo angloparlante, y descubrimos que las temporadas de libros triunfaban en el mercado independiente. Temporadas como en las series: allí sacan novelas de extensión limitada como si fueran episodios de televisión, crean una temporada de cinco o seis libros y luego ya deciden si quieren sacar más, dependiendo del éxito (o no) de la serie. No habían descubierto el fuego —tampoco nos engañemos—: la historia de la literatura está llena de novelas por entregas (los llamados folletines). Simplemente habían modernizado el concepto.
Nosotros ya habíamos trabajado juntos, tanto en juvenil como middle-grade, con fantasía oscura y fantasía cómica. Conocíamos la autopublicación, la edición tradicional y la publicación indie. Ahora queríamos escribir algo más oscuro y adulto, algo extravagante sobre seres humanos que intentaban sobrevivir al apocalipsis, donde los enemigos no fueran amenazas al uso, sino monstruos al estilo Lovecraft: criaturas tan extrañas e inescrutables que producían un terror diferente, un terror existencial. Y queríamos hacerlo en un formato novedoso, al menos en nuestro país.
Cuando la destrucción de la especie humana está garantizada, es mucho más fácil concentrarse en la supervivencia y la historia personal: la meta más importante de la protagonista no es acabar con sus enemigos y salvar a la humanidad, sino llegar con vida al día siguiente.
Más aún cuando la mayoría de esos enemigos, de por sí, no son malignos. En realidad no son nada: están ahí, lo desconocemos todo sobre ellos, solo sabemos que su mera presencia significa caos y devastación. Estas criaturas insondables, los leviatanes, nos permitían además crear un mundo alocado, un mundo donde podía ocurrir cualquier cosa.
Parte de este impulso arrancó con la envidia pura y dura que sentíamos cada vez que veíamos Hora de aventuras: ¿por qué nosotros no podíamos tener un mundo de paisajes enloquecidos o entidades geométricas absurdas? Claro que nosotros escribimos fantasía oscura, así que tener un país de caramelo tendría consecuencias mucho más grotescas que en una serie de dibujos animados (supuestamente) para niños. No es nuestra única referencia, por supuesto, bebemos también de otras aguas, la mayoría fáciles de detectar, no solo en esta obra sino en toda nuestra trayectoria: Barker, Carter, Cronenberg, Miéville, Gaiman, Giger, Burton… Incluso el Weirdmageddon de Gravity Falls.
Pronto nos dimos cuenta (como si no lo supiéramos ya), de que el mercado español es muy diferente al estadounidense. Aunque cada entrega de Crónicas del fin tenía muy buena acogida, cada vez eran más comunes los comentarios de: “Voy a esperar a que lo saquéis en papel”. El mercado español quiere papel, quiere olerlo, tocarlo y pasar las páginas, aunque muchos de nosotros recurramos a los lectores electrónicos por comodidad y mil razones más. Cuando llegó Alethé y nos hizo su propuesta (una recopilación bajo su sello, con su correspondiente distribución en librerías), nos pareció una idea perfecta.
Recordaréis ahora que hemos mencionado la palabra temporadas, en plural. El fin de Una grieta en el cielo, esta primera temporada, no es un final del todo cerrado. Quedan muchas cosas por narrar y queremos hacerlo. (…) Sabemos que volveremos a este mundo y que habrá más temporadas, sean en el formato que sean, pero por ahora vamos a relajarnos un poco, recuperar fuerzas, planificar bien todas nuestras ideas y ante todo pedirte, a ti que tienes este libro en las manos, que si te ha gustado esta criatura, se la recomiendes a otros. Sin vuestro apoyo y ayuda no somos más que dos cuentacuentos sin público; nuestras historias os necesitan al otro lado para hacerse grandes. Grandes como leviatanes a las puertas del fin del mundo».
Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina
HIDDENSEE